Trabajando en la escalinata del Museo Nacional de Hungría en Budapest. Foto de Raúl Porteiro Zubiaurre raulgorta en Flickr

La fotografía urbana o callejera, más conocida en el mundo fotográfico por el, un tanto pedante anglicismo de Street Photography, es la consistente en captar con nuestra cámara instantes o detalles de la vida cotidiana de nuestras ciudades y pueblos. Cómo os expliqué en el artículo de fotografía de viaje, se trata de captar el verdadero ambiente y espíritu de la ciudad a traves de nuestras fotos. Henri Cartier-Bresson, reconocido como el padre de la fotografía de calle, definió en su libro «El momento decisivo» los fundamentos de este tipo de fotografía que el como propio título indica, trata en esencia, de captar ese instante mágico, ese pedacito de realidad que queremos capturar.
La fotografía callejera no es una modalidad de fotografía de resultados inmediatos, pero es muy satisfactoria cuando conseguimos revelar ese instante mágico que definía Cartier- Bresson. En este artículo, voy a tratar de daros algunas claves para la fotografía de calle.

• Estate siempre preparado: Ya que la fotografía callejera consiste a menudo, en capturar un instante que puede ser bastante breve, es fundamental que nuestro equipo, y nosotros mismos, estemos siempre preparados para encuadrar, exponer rápidamente y disparar. Así que ten siempre ajustes como, el balance de blancos, la sensibilidad ISO y los modos de exposición y de enfoque configurados previamente. Ten en cuenta que las condiciones de luz iran variando, así que ve reajustando las veces que sea necesario. Por supuesto, ten la cámara siempre en marcha y la tapa del objetivo fuera.
  Lleva contigo tu cámara siempre que tengas oportunidad, lo cual no quiere decir siempre. Cuando tu vida o la ocasión no lo permitan, puedes recurrir a tu smartphone o a una compacta . Aunque su calidad de imagen y posibilidades de edición posterior, no son las mismas de una réflex o CSC, te permitirán sacar esa foto que de otro modo se hubiese perdido.

• No  priorices la perfección técnica sobre todas las cosas: En la fotografía de estudio o de situaciones controladas, buscamos obtener la máxima nitidez o la exposición perfecta, pero aquí vamos a encontranos con ocasiones inesperadas o factores como la luz, que no podremos controlar. Es preferible captar el momento, aunque no se ajuste a la perfección técnica, a perderlo. Realizar los ajustes previos necesarios y utilizar modos de exposición semi-automáticos, como el de prioridad al la velocidad o a la apertura, nos pueden ayudar a ser más rápidos.

• Confúndete con el entorno: Ya que tratamos de reflejar la realidad de la vida en la ciudad, sin intervenir en ella, es muy importante tratar de pasar desapercibidos para que nuestra presencia no la altere. Esto, no quiere decir que actuemos como un espía al acecho o que nos escondamos para fotogafíar, como los paparazzi de la prensa rosa. Actuando con naturalidad, conseguiremos que nos perciban como un fotográfo haciendo su trabajo y que en muchos casos olviden nuestra presencia. Dado que muchas veces fotografiamos personas y estas tienen su derecho a la intimidad y a la propia imagen, respetaremos siempre su decisión si nos indican que no quieren que les tomemos fotos y borraremos las que hayamos hecho, si así nos lo piden. Muchas veces, devolver una sonrisa cuando advierten nuestra presencia, puede ser suficiente para que nos dejen seguir con nuestra tarea. Además, ante la duda de que publicar una imagen, pueda molestar alguien, es mejor guardárnosla para nosotros.
  

  Para tomar esa foto solo tenía un smartphone y la luz proveniente del escaparate.Pero es preferible hacerla así a perder el instante. Foto del autor Raúl Porteiro Zubiaurre. Raulgorta en Flickr

• Cultiva la paciencia: No podemos esperar que llegue esa escena perfecta que tenemos en la cabeza, en un primer momento. La foto deseada, acabará por llegar si le dedicamos tiempo, pero es preferible empezar a fotografíar sin ese elemento que hemos imaginado. A veces, aparecera por casualidad pero en muchos casos podemos preverlo y esperarlo. De todos modos, siempre es mejor tener una imagen buena, sin ese elemento o personaje que la haría genial que no tener nada. Ya vereís como dedicándole algo de tiempo y esfuerzo, empezareís a conseguir resultados que os animarán a seguir adelante.

• Cuida la composición: La fugacidad de la fotografía de calle nos lleva, en ocasiones, a descuidar la composición de las imágenes y a incluir en ellas, elementos que no aportan nada a nuestra foto. Todos los elementos que no suman nada a nuestra imagen solo generan confusión. De nuevo, podemos aplicar la máxima de menos es más. Si estamos en una localización concreta, como un mercado callejero por ejemplo, podemos pasear por ella previamente, buscando ángulos que eviten que elementos, como ese horrendo contenedor, irrumpan en nuestro encuadre.

• Anticípate al momento: Además de tener tu cámara preparada, es imprescindible que tú también lo estés para saber en que momento usarla. Tienes que tratar de previsualizar la escena que quieres componer para adelantarte al momento en que las personas o elementos que esperas, irrumpan en ella. Si por ejemplo, estamos delante de un monumento o algo que llama la atención del público, una actuación callejera o similar, es previsible que la gente se detenga delante. Situándonos en frente, podremos captar sus reacciones. Dedica el tiempo necesario a observar la escena y situarte en el espacio en que te encuentras, antes de comenzar a fotografiar y por supuesto ten siempre la cámara en mano.
  

  Como veís el encuadre dista de ser perfecto, pero el momento es el adecuado.Foto del autor, Raúl Porteiro Zubiaurre. Raulgorta en Flickr

• Elige bien tu equipo: Ya que se trata e un estilo de fotografía que exige cierta rápidez y flexibilidad a la hora de movernos, trataremos de llevar con nosotros solo el equipo que consideremos imprescindible para nuestro propósito. Yo soy fan de las réflex pero es cierto que cargar con una un poco aparatosa, armada de un potente tele-zoom todoterreno, no es tampoco la forma más adecuada de pasar desapercibido. Las camarás sin espejo, de tipo EVIL o CSC tienen un tamaño más reducido, dan una buena calidad de imagen y nos permiten usar objetivos intercambiables.
  Ya usemos reflex o CSC, es una buena opción recurrir a un objetivo de focal fija con una apertura de diafragma máxima luminosa (f/1.8 por ejemplo) y una distancia focal entre 35 a 75 mm (en formato completo) si vuestra cámara es de sensor más pequeño APS-C , la mayoría de réflex de iniciación o semi-profesionales lo son, tened en cuenta el factor de recorte, que suele ser de 1,5x en Nikon ,Sony y Pentax, de 1,6X en las Canon y de 2X en las Cuatro-tercios de Olympus y Panasonic. Los objetivos de focal fija nos aportan un extra de luminosidad, además de ser más ligeros y discretos que los zooms.
  Si prevemos que no podremos acercarnos en exceso a lo que deseamos fotografiar o queremos aislar sujetos del entorno, podemos llevar un teleobjetivo. Tienen la ventaja de que nos permiten tomar cierta distancia con la escena pero montados en la cámara son voluminosos y no precisamente discretos. Así que debemos saber en que momentos podremos emplearlos. Yo para ciertas ocasiones, utilizo un 50-150 f/2.8, equivalente a 75-225 en formato completo de 35mm, que tiene un rango focal muy útil y no es excesivamente grande.
  Tened en cuenta que la bolsa en que transportéis vuestro equipo debe ser discreta y no ser un engorro a la hora de manipularla. una bandolera o pequeña mochila de tipo sling, cruzada, puede ser la adecuada.

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